Los comunitarios puentevejeros se enfrentaron valientemente con la horda de zombies y su virus mortal, derrotándolos a base de carcajadas y de gritos. Finalmente se hermanaron en la Plaza de Santa Teresa donde compartieron glüehwein, empanadas de carne y atún y chuches varias. Allí departieron amigablemente muertos vivientes con vivos. La lluvia no se hizo esperar y empapó a los participantes del flashmob, a los que no les importó disfrutar del Thriller de Michael Jackson con el baile y la coreografía que habían propuesto varias comunitarias: Alex, Cecilia y Piti.
La Comunidad de Propietarios, como viene siendo habitual desde hace ya 4 años y a petición de la Asociación del Terror, de quien partió esta original idea, cedió el uso de las instalaciones para el Pasaje del Terror, puesto a punto para la ocasión, así como una donación económica para la decoración, luces, chuches para los niños y la plaza. La Asociación del Terror contó con sus numerosos ayudantes para la puesta en escena de todo el Pasaje del Terror, tanto en la decoración de los locales, como en participación de zombies dispuestos a asustar a todo el que se le pusiera delante. También para servir las bebidas y la comida posterior.
El Club XXL participó maquillando a todos los zombies que necesitaron algún arreglo, grandes y pequeños, de la mano de Piti y Ana, dos grandes profesionales del teatro. Udaco también colaboró en la celebración donando materias primas valiosas como vino, huesos y vísceras para los zombies y sus performances, bolsas de basura para la decoración, calabazas, etc. Juan Carlos fue el encargado de poner el equipo de música para que todo se escuchara perfectamente.
El pasaje del terror comenzó a las 8.15 y duró hasta las 11.00 de la noche para que nadie se quedase sin experimentar el horror de la Casa de los Zombies. Comenzaba el recorrido con una visita a un local donde se proyectaban películas de terror y donde les recibían unas gemelas algo particulares que les incitaban a penetrar en el piso infectado por un virus asesino. Allí les recibía una maestra de ceremonias llena de purulencias que les advertía del peligro, cuando no les empujaba para que cayeran en la trampa de los zombies devoradores. Akgunos devoraban gente viva de la que extraían sus entrañas; otros querían atraparlos entre muros que se desplazaban para rodearlos sin salida posible. Allí habitaban novias cadáveres, ancianas paralíticas, seres del inframundo en general.
¡Todo un éxito!
Por la mañana hubo mesas dispuestas para la decoración de calabazas para todos los niños que quisieran participar y, cómo no, hubo Truco o Trato por toda la urbanización.
El año que viene esperamos sorprenderos con ideas nuevas... Para que llenéis de nuevo las calles de la urbanización con vuestros gritos, risas, bailes y carreras. A ver si no llueve y los Cabezudos pueden salir, porque se quedaron muy deprimidos por el contratiempo del agua.
¡Como siempre, muchísimas gracias a todos por participar! ¡Por un Puenteviejo cada vez más participativo y mejor!
